Category archive: Fragmentos literarios
Soy el amante incondicional de las letras. He dedicado toda mi vida esta pasión desenfrenada, pues considero que es a través del lenguaje y la literatura ,o cualquier otro tipo de libro, que el honbre se libera y emprende el camino final para dejar de ser un esclavo de la ignorancia. El lenguaje , los mundos de ficción y no ficción te dan las alas necesarias para volar desde lo alto y sustraerte algunos veces de esta fría realidad. El lenguaje nos abre la puertas para adentrarnos en mundos insospechados, No podemos tener muchas cosas , pero si tenemos un libro…..estamos salvados, amigos míos.
Quizás sea un buen día ,para reconstruirme, de cambiar el rumbo, de reparar mis alas rotas. Quizás sea hora de dar un giro en reversa, en 180 grados, de cambiar la piel. Quizás desde otras trincheras. Solo digo… que quizás sea un buen día para desenterrar mis raíces y salir a volar por allí… por algún lado, errabundo, sin anclas, sin ataduras… solo volar.
Poemas Rotos de Iván Pizarro
» Me parece que la vida está totalmente desprovista de interés, y esto lo sentía especialmente cuando trabajaba ocho horas por día. La mayor parte de los hombres trabajaban ocho horas al día, y tampoco ellos aman la vida. No hay ninguna razón para amar la vida para alguien que trabaja ocho horas al día, porque es un derrotado.» Charles Bukowski
«Instrucciones» de Cortázar
Instrucciones para dar cuerda al reloj
Julio Cortázar
Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan.
¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.
«Al principio de las catástrofes, y cuando han terminado, se hace siempre algo de retórica. En el primer caso, aún no se ha perdido la costumbre; en el segundo, se ha recuperado. Es en el mismo momento de la desgracia cuando uno se acostumbra a la verdad. » Albert Camus : » El Hombre Rebelde»