Cartas de Bukowsky

Existe un libro que recopila las cartas de Bukowski que escribió a escritores, editores y amigos. Pero hay una en especial, que habla sobre cómo le dolió…

Si se está enamorado resulta simple recurrir a la función poética de la lengua para embellecer todo pensamiento, y darle paso a la inspiración —si suponemos que todos quisieran escribir sobre ello—. Por otro lado, aferrarse a lo que en realidad sólo era una incompatibilidad emocional es un acto suicida; literal, la depresión del desamor ha orillado a muchos a cometer suicidio, pero no sin antes carcomerlos con una demoledora tristeza que los conduce al extremo del sufrimiento emocional, a tal grado de no querer vivir más; tal demencia es aún más difícil de plasmar.

cartas de Bukowski

Charles Bukowski es un sobreviviente de una de las adicciones más mortales: el alcoholismo, por lo que dejó a esta dependencia como «tumba principiantes». Enfrentar la pérdida de un cariño a causa de la voluntad ajena es algo asimilable, pero lidiar con el sentimiento de tristeza que la muerte provoca durante el ejercicio del amor es algo indescriptible e infinitamente doloroso.

Bukowski tuvo que enfrentar la muerte de su esposa en 1962, este hecho le había arrebatado completamente las ganas de volver a escribir; sin embargo, el viejo Buko encontró la fórmula perfecta para la depresión y su malestar post mortem: sexo, alcohol y literatura. La perspectiva del amor y los gustos personales calificarán el discurso de este genio sobre el amor como una verdadera fatalidad mezquina, o como una inmensurable belleza literaria incomprensible, que hace uso del sexo como recurso primordial para el desarrollo de sus tramas, y muestra una faceta más precisa y, quizá, vulgar de lo que otros entienden por amor, pues hace una deconstrucción del amor romántico, se aleja del concepto comercial que se tiene de este sentimiento color de rosa, flores y perfección. 

amor de bukowski

“Se busca una mujer” es una obra compuesta a base de fragmentos de historias que el autor norteamericano imaginó, vivió o presenció en algún momento de su vida; todas, por lo general, relacionadas con el sexo y cuestionan los principios más honorables del ejercicio del amor; de esta manera, instrumenta el arte del realismo sucio para demostrar que la vida no siempre es color rosa cuando se está enamorado, por lo que deja los eufemismos a un lado.

Ausencia del héroe. Relatos escritos inéditos (1946-1992) es una recopilación de cartas y algunos escritos no publicados del ebrio más brillante y sincero de todos los tiempos; dentro del libro, se encuentra una carta que dedica al escritor Jon Webb, en la que describe un poco la situación emocional que experimentó con respeto a la muerte de su esposa, lo cual podría ser el discurso más sincero y preciso de lo que significaba desarrollar algún tipo de vínculo sentimental hacia una persona.

Te presentamos la carta que habla del amor que Bukoski le tenía a su esposa, y una reflexión extraña sobre lo que tenemos y lo que se ha perdido:

A Jon Web:
4 de septiembre de 1962

«Con respecto a la muerte de mi mujer el 22 de enero no hay mucho que decir, excepto que yo ya no seré el mismo. Quizás intente escribir sobre eso, pero todavía está demasiado cerca. Puede que siempre esté demasiado cerca. Pero aquella vez en el pabellón de caridad, años atrás, una chica mexicana que cambiaba las sábanas me dijo que se iba a acostar conmigo si yo mejoraba, e inmediatamente empecé a sentirme bien.

Tenía una sola visita: la mujer borracha de cara redonda y roja, un amante del pasado que a veces se bamboleaba contra la cama, y se iba sin decir nada. Seis días después yo estaba manejando un camión, levantando paquetes de 20 kilos y preguntándome si la sangre vendría otra vez. Un par de días más tarde tomé el primer trago, ese que dijeron que me mataría. Una semana más tarde, conseguí una máquina de escribir y, después de una pausa de diez años y de haberle vendido mis cosas a la revista “Story” y a otras, mis dedos se pusieron a construir un poema. O mejor dicho, una charla de bar. Esa cosa que no es lírica, que no se canta. Los rechazos llegaron bastante pronto. Pero no me afectaron, porque yo sentía que cada línea estaba diciendo algo diferente, No para ellos, sino para mí. Ahora puedo leer muy poca poesía o muy poco de cualquier cosa.

Bueno, la dama borracha que se bambolea contra mi cama, la enterré el último 22 de enero. Y nunca vi a mi chica mexicana. Vi a otras, pero ella hubiera estado bien. Hoy estoy solo, casi afuera de todas ellas: de los glúteos, los pechos, los vestidos limpios como trapos nuevos en la cocina. No me mal interpretes, todavía tengo 1.80 y 90 kilos de posibilidad, pero yo podía mejor con la que ya no está».

cartas de Bukowski

Pareciera que la carta era una especie de relato autobiográfico o fragmento de una novela, pero para quienes no han tenido la dicha de leer algunas de sus obras, su estilo era sincero; sin embargo, la carta contiene una posible respuesta a las preguntas que todos quisiéramos haberle hecho: ¿Qué piensa Bukowski del amor?, ¿habrá amado alguna vez el «poeta maldito»? Podríamos intuir que el amor no era un tema de desinterés para este afamado escritor, sólo dejó de serlo con la muerte de su esposa; en esto, entonces, se encuentra la razón por la que solía inclinarse a esa realidad atiborrada de situaciones trágicas entre mujeres y hombres, alcohol, sexo y otras adicciones.