Mientras dura la mala racha, pierdo todo. Pierdo mis pasos, los zapatos y las piernas y se me pierden los sueños en la oscuridad de la noche, Se me caen las cosas de los bolsillos y de la memoria: pierdo llaves, lapiceras, los papeles que llevo en los bolsillos desde tiempos inmemoriales, dinero, documentos, nombres, caras, palabras, destinos, las monedas de diez pesos que siempre llevo y las migas de pan olvidadas de un sándwich. Yo no sé si será mal de ojo de alguien que me quiere a mal y me piensa peor, en un pacto secreto con las brujas de Salamanca.
O quien sabe si es pura casualidad o como dicen algunos “estás meado de gato “ o bien otros más filosóficos “ son cosas del destino “. Pero es que se te olvide el mundo y la vida creo que ya no es normal. Y , a veces . el bajón demora en irse y yo ando de pérdida en pérdida, pierdo lo que encuentro, no encuentro lo que busco, y siento que en cualquier momento se me caiga la vida en alguna distracción. Y quede allí , en medio de la calle, con los ojos abiertos y mi sonrisa eterna , mirando el sol .
Iván Pizarrro