DESEO FURTIVO
¿Quién me escuchará si le digo :»Te necesito, ven a vivir conmigo, hagamos juntos las risas, el odio, el amor, los rencores malnacidos, los orgullos malparidos ….lo que tú quieras pero juntos»? Un castillo rodeado de fosas para sepultar nuestros miedos , una casa sin ventanas ni puertas, ni techos, mirando al océano, al desierto a los laberintos del alma . Adentro, amor mío, sí solos tú y yo, separados del mundo por medio de un puente infinito, siempre entre muros mudos y sin sonido y sin palabras y sin comunicación alguna con lo que yace o camina bajo el viento asesino de esta noche.
Tendremos instrumentos de tortura. Tendremos todos los libros de poesía que existen en el mundo. Toda la música. Todos los bailes , todos los brujos en nuestra locura ancestral. Todos los alcoholes que arden en los ojos y corroen el odio. Nos embriagaremos hasta oscilar como seres de una materia fosforescente, y diremos tantos poemas que nuestras lenguas se incendiarán como rosas.
Sin ventanas, amor mío, sin puertas, sólo una casa, un palacio, un cuchitril lúgubremente sordo y ciego y amparador. Y si viene el sol, si descubro huellas de claridad en el suelo tú me dejarás llorar sobre ti, y me ayudarás con palabras que atraigan al olvido y a la noche desesperada de siempre. En verdad eres un lindo recuerdo y te invoco. Aún recuerdo tu locura enardecida que salía de ese anillo hecho con los huesos de tu abuelo muerto, diciendo que era la señal de nuestro amor , pues yo había sido algo tuyo en otra vida. Te llamo y no vienes. Dicen que debes soltar para ser libres. Y esta noche es la liberación .Ahora tu recuerdo será solo una brisa marina en medio de una tempestad enloquecida. Ya no hay resentimientos . ¿ Para qué ?
Pero si vinieras , tendremos lejos los relojes y no nombraremos al tiempo. Y haré poemas que iluminarán todos los silencios como funerales vikingos en medio del mar iluminado el universo. De esta manera no habrá muerte ni soles sino sangre, alcohol, palabras extrañas y nuestros sexos unidos. Pero tú no vienes, no vendrás, y yo sé que no vendrás. Pero aunque no estás aquí, la orgía se inicia, comienzo a beber, a aullar como un lobo estepario buscando a su manada. Esta noche haré los poemas más bellos, reiré hasta el amanecer , las colillas de los cigarros y las botellas vacías serán mi alfombra. Sólo hay que festejar , pues una luna nueva se acerca luego. »
Iván Pizarro Pecados sin confesión